
A continuación, la segunda parte de las recomendaciones basadas en mi experiencia para superar el bloqueo creativo. Si desean leer la primera parte, pueden hacer clic aquí.
Trabajar por un lapso de tiempo continuo
En consonancia con lo que propone el método pomodoro, dedicar al menos 25 minutos continuos a la actividad que estamos encarando, y hacer solo las pausas necesarias y estratégicamente pautadas de antemano, de manera de llevar a cabo la actividad durante el tiempo suficiente como para introducirnos en el texto y comenzar a generar el flow. Esta recomendación aplica, claro, no solo para la corrección y redacción de textos, sino para muchas otras actividades.
Evitar las distracciones «inocentes»
No intentar hacer otra cosa mientras estemos dedicados a esas tareas, aunque pensemos que está relacionada y que no causa perjuicio porque finalmente «tiene que ver con lo que hacemos»; por ejemplo, contestar mails de clientes. Esto, cuando buscamos lograr una inmersión en el texto, es un NO NO, incluso aunque ese mail provenga de aquel cliente para el que estamos trabajando.
Ya sé que podrían decirme que un mail visto a tiempo puede evitar trabajar de más en un texto, y en principio estoy de acuerdo pero, si seguimos el método pomodoro, haremos una pausa en un lapso prudencial para ver ese mail y, en el peor de los casos, el tiempo perdido será poco. En el mejor de los casos —que es lo que suele ocurrir— no habremos interrumpido el flow del que hablamos en el punto anterior.
Ser (al menos) algo metódicos
Sé muy bien que a quienes nos consideramos espíritus creativos con una religión (al menos) algo antisistema nos cuesta apegarnos a cronogramas. Pero establecer una cantidad de horas por proyecto y definir cuántas horas diarias o semanales debemos dedicarle es, diría, imprescindible y cuando logremos convertirlo en hábito eso nos ayudará a reconocer cada día cuando ES el momento, sin excusas ni vueltas, de sentarnos frente a la computadora, o al papel en blanco, o al material impreso, a hacer aquello que tenemos que hacer.
Cobrar por adelantado tiene sus beneficios
Esta recomendación aplica a quienes cobran aunque sea una parte de su trabajo por adelantado, práctica que recomiendo a todos los freelance que todavía no lo hayan implementado. Uno de los beneficios —entre otros— de cobrar de esa manera es que creamos un compromiso que, como buenos profesionales, debemos asumir. Y, en consonancia con lo expuesto en el último punto de la entrada anterior, no lo consideremos como una presión, sino como un incentivo y una demostración de confianza en nuestras capacidades. Otras personas pueden asumir que somos capaces: nosotros debemos saberlo. Y, si nos falta autoconfianza, será menester trabajar en ese punto. Pero ese será material para otro posteo.
Examinar las causas del bloqueo creativo
Como último recurso, si nada de lo anterior funciona, es que quizá realmente no es un momento adecuado para sentarnos a trabajar (o a dedicarnos a proyectos personales lo que, por supuesto, también constituye una forma de trabajo). Podemos preguntarnos si en verdad el bloqueo es más profundo de lo que pensamos y, si aprendemos a escucharnos, la respuesta será certera y es posible que involucre aspectos de nuestra vida que nada tienen que ver con lo laboral. Pero, a veces, solo es cuestión de tomarnos unos minutos, unas horas —o el día completo, si es que el tiempo no nos apremia—, dedicarnos a otras actividades y volver a lo que intentamos hacer luego de esa pausa.
Si algún lector quiere agregar alguna recomendación que pueda ayudar a superar un bloqueo creativo, su aporte será bienvenido.
Nos vemos en breve, en el siguiente texto.
⭐ Si querés ver este post acerca de cómo superar un bloqueo creativo en formato de infografía, podés hacer clic aquí ⭐
Si este post te resultó útil y querés expresar tu agradecimiento: